El Aceite de Cannabis en Perros: Una Alternativa Natural y Segura

MV Jorge Muñoz

En los últimos años, el aceite de cannabis ha ganado popularidad como tratamiento alternativo para diversos problemas de salud en perros. Este aceite, derivado de la planta de cannabis, contiene cannabidiol (CBD), un compuesto no psicoactivo conocido por sus propiedades terapéuticas. Como veterinario y homeópata, he visto de primera mano los beneficios que el aceite de cannabis puede ofrecer a nuestros animales. 

Se extrae de la planta de cannabis y contiene principalmente CBD. A diferencia del tetrahidrocannabinol (THC), el CBD no produce efectos psicoactivos, lo que lo hace seguro para su uso en animales. El CBD interactúa con el sistema endocannabinoide de los perros, ayudando a regular funciones como el dolor, la inflamación, la ansiedad y la excitación neurológica. Existen numerosos receptores y diferentes órganos y tejidos. En el cerebro se produce la liberación de diferentes neurotransmisores que son los que actúan. 

Los beneficios que produce su uso: 

Alivio del Dolor: Uno de los usos más comunes del aceite de cannabis es para aliviar el dolor crónico en perros. He tratado a muchos perros con artritis que han mostrado una mejora significativa después de iniciar el tratamiento con CBD. 

Reducción de la Ansiedad: El aceite de cannabis es efectivo para reducir la ansiedad en perros. Ya sea ansiedad por separación, miedo a los fuegos artificiales o estrés general, el CBD puede ayudar a calmar a tu perro, sobre todo en aquellos que no reaccionan 100% a la homeopatía. Se usan en forma combinada. 

Propiedades Antiinflamatorias: El CBD es conocido por sus propiedades antiinflamatorias, lo que lo hace útil para tratar condiciones inflamatorias como la displasia de cadera. Se utiliza como complemento en los tratamientos homeopáticos para perros epilépticos. Reducen mucho la frecuencia e intensidad de las convulsiones. La dosis de aceite de cannabis varía según el tamaño y peso del perro. Es importante comenzar con una dosis baja y aumentar gradualmente hasta encontrar la cantidad adecuada. 

Siempre consulta con un veterinario homeópata o especialista en cannabis antes de comenzar cualquier tratamiento. Aunque el aceite de cannabis es generalmente seguro, algunos perros pueden experimentar efectos secundarios como somnolencia o cambios en el apetito. Es crucial observar a tu animal y ajustar la dosis según sea necesario. 

Uno de mis pacientes, un Labrador Retriever llamado Max, sufría de dolor crónico debido a la artritis. Después de unas semanas de tratamiento con aceite de cannabis, Max mostró una notable mejora en su movilidad y calidad de vida. Otro caso notable es el de Luna, una pequeña Beagle con ataques epilépticos y ansiedad severa, que encontró alivio y tranquilidad gracias al CBD junto a sus gotas homeopáticas. También recuerdo a Ona una Golden viejita con dolores crónicos de sus articulaciones que reaccionó con agitación al uso de cannabis. Se tuvo que descansar y luego dar en forma alternada porque era muy sensible. No produce ningún daño, se suspende y todo vuelve a la normalidad, luego buscamos la dosis y la frecuencia optima. 

Durante algún tiempo donde no estaba reglamentado su uso, conseguíamos el aceite de personas que tuvieron que hacerse especialistas en cannabis, para usarlo en hijos con epilepsia o alguna enfermedad neurológica grave y tenían que autoabastecerse debido a que no se conseguía comercialmente. Hoy por suerte esa etapa ya pasó y tenemos marcas comerciales de cannabis que son muy buenos y estables. 

Cualquier duda me consultan.
Será hasta la próxima con Salud y Alegría.

Artículo publicado en la revista